En Rubió creemos firmemente que el talento necesita espacio para desarrollarse, y nos enorgullece saber que ofrecemos ese entorno a las nuevas generaciones. En el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, queremos destacar nuestro compromiso con el futuro del sector farmacéutico: apostar por el desarrollo profesional de los jóvenes.
Laboratorios Rubió impulsa el desarrollo profesional juvenil creando un entorno donde el talento crece. En el Día Internacional de las Habilidades de la Juventud, reafirma su compromiso con el futuro del sector farmacéutico.
Desde hace años, nuestro programa Young Challengers se ha convertido en una plataforma clave para detectar, formar e integrar talento joven con alto potencial. Gracias a esta iniciativa, hemos abierto las puertas a estudiantes y recién graduados que buscan aprender, aportar y crecer profesionalmente.
Y hoy, para celebrar este día tan especial, queremos cederles la palabra a quienes mejor pueden contar esta experiencia: nuestros propios Young Challengers.
A continuación, compartimos una entrevista con tres jóvenes que están dejando huella en Rubió:
Soy Controller en el Departamento de Finanzas.
Hace dos años que me incorporé a la compañía.
Lo primero que aprendí fue cómo se organiza la compañía: qué papel juega cada departamento, cómo se relacionan entre ellos y qué cifras mueven a nivel financiero. Esa visión global fue clave.
Al cumplir el primer año, sentí que algo había cambiado de verdad… ya no estaba simplemente “encajando” en el puesto, sino que me había convertido en una parte activa. Cada mes que pasaba me sentía más autónomo, más seguro tomando decisiones y más capaz de aportar valor. Lo más gratificante fue mirar atrás y darme cuenta de lo que había aprendido. De los nervios y la incertidumbre del primer día, pasé a un sentimiento de adaptación y pertenencia. Ya conocía las dinámicas, los procesos, a las personas… y eso me permitió enfocarme en crecer, no solo en ejecutar.
Antes era muy meticuloso, casi perfeccionista, y eso a veces me frenaba. Rubió me ha enseñado a confiar en el proceso, a equivocarme y aprender con rapidez, y sobre todo, a disfrutar más del camino.
Les diría: no tengas miedo de preguntar. Observa, aprende, participa… pero también permítete equivocarte. Ser becario/a es una etapa increíble para crecer si te lanzas con actitud abierta y ganas de aportar.
Departamento de Marketing, Therapeutic área Manager TDAH.
Desde septiembre del 2021.
Lo primero que aprendí fue lo diferente que es el marketing en el sector farmacéutico. Descubrí todas las particularidades, normativas y regulaciones que lo rodean, y entendí la importancia de tener en cuenta cada detalle a la hora de comunicar y desarrollar estrategias en este entorno tan específico.
Destacaría varios, pero sobre todo los momentos en los que han confiado en mí para liderar nuevos proyectos. De todo este tiempo en Rubió, me quedo con las oportunidades de crecimiento y con haberme sentido parte activa en proyectos importantes desde el principio. Han sido momentos clave para asumir nuevas responsabilidades y avanzar en mi desarrollo dentro de la empresa.
Desde que estoy en Rubió, soy más consciente del impacto que tienen ciertas patologías en los pacientes. Me he sensibilizado mucho con estas situaciones y eso ha cambiado la forma en la que veo mi trabajo y su propósito.
Que escuche con atención, que se empape de todo lo que pueda y más. Que no tenga miedo de preguntar y que aproveche cada oportunidad para demostrar lo que está aprendiendo y lo que puede aportar. La actitud marca una gran diferencia al comenzar en el mundo laboral.
Departamento de IT, Communications and Cybersecurity Specialist
Desde septiembre del 2022
Lo primero que aprendí cuando empecé fue la gestión de máquinas virtuales y la realización de copias de seguridad (backups). Me familiaricé con la creación, configuración y mantenimiento de entornos digitales.
Me costaría elegir un único momento, ya que tengo muy buenos recuerdos del día a día con mis compañeros, con quienes tengo una excelente relación. Pero si tuviera que destacar uno en particular, personalmente me quedaría con el evento en el Teatro del Liceo. Es un edificio emblemático y precioso, y guardo un recuerdo muy especial de aquel día.
Lo que más ha cambiado en mí, además de todos los conocimientos que he adquirido a nivel profesional, es la madurez con la que enfrento las distintas situaciones y temáticas del día a día. He aprendido a gestionar mejor los retos, a tomar decisiones con mayor criterio y a desenvolverme con más seguridad en entornos profesionales.
Que no le diera pereza hacer nada, que se atreva a probar, que curiosear y sobre todo, a preguntar. Mantener una actitud proactiva y con ganas de aprender es fundamental cuando se empieza en el mundo laboral. Cuanto más interés muestres, más vas a aprender y más valor vas a aportar desde el principio.
Muchos de los jóvenes que iniciaron su camino con nosotros como trainees hoy forman parte esencial de nuestros equipos. Esta evolución no solo demuestra el impacto positivo del programa, sino que también reafirma nuestra convicción: apostar por el talento joven es invertir en el futuro.
El 62 % de los jóvenes que completan su programa de prácticas en Rubió continúa su carrera en la empresa. Esta retención demuestra el impacto positivo del programa y refuerza la convicción de que invertir en talento joven es invertir en el futuro.
En Rubió seguiremos fomentando espacios donde los jóvenes puedan aprender, crecer y aportar valor real. Invertir en talento emergente no solo es una apuesta estratégica, sino también un compromiso con una industria farmacéutica más innovadora, humana y sostenible.
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